E S T A C I U D A D
Esta ciudad es demasiado grande para todos.
Cuando empiece a contar las sílabas del verso,
de un nuevo verso, gris como el antiguo,
mi madre regará flores que no conozco de aquel jardín pequeño;
cuando acuda al champán, descorchado, sin gas,
cuando encuentre las sobras del domingo,
revisará mi padre la nómina del lunes mientras dice en voz baja «ya soy viejo»;
cuando me asome en vano a la ventana y me sorprenda un bar, una mujer, la luz de los semáforos,
mi hermana sabrá amar en algún quinto piso, entre dos días cualquiera;
cuando me duerma al fin, ajeno y silencioso, sobre la mesa fría como el vaso,
algún sobrino mío será nombrado en clase; una muchacha dulce,
y sin embargo brusca, confundirá otra vez sus apellidos,
y esta ciudad seguirá siendo grande, muy grande,
acaso demasiado grande para todos.
delicioso…
Muchas gracias. El poemita se me quedó un poco atrás (ya lo comenté), pero se mantiene intacto el ritmo adormecido y la imagen de las ruinas y resurgimientos interiores en que todo discurrir poético se convierte, lo que me animó a compartirlo. Me alegra que te guste, y que te pases por acá, un abrazo!
Lo más jodido de todo es que si me tengo que identificar con alguien lo haría con ese «ya soy viejo», por lo demás nada que objetar… más bien al contrario. Me ha gustado.
Sí, Jesús, yo también «voy tendiendo» a identificarme con él 🙂 Pero cuando lo escribí pensé más bien en la imagen del que escribe después de una gran fiesta… Y todo no es sino una metáfora sostenida de esa ciudad interior que es la poesía, con sus alegrías y sus devastaciones. Gracias por tu atenta lectura y tu comentario, un abrazo!
La ciudad es tan grande para todos como tan inmenso el mundo de los que la transitamos. Detrás de la rutina.. ese misterioso universo subjetivo de un otro que se nos niega todo el tiempo… inaccesible, inimaginable.. inabarcable al fin.
Cierto. Y ese mundo ya, generación tras generación de ciudadanos, se ha hecho también interior, y yo me lo llevaba en este poema al terreno de la creación, entre la ilusión y la desesperanza. Gracias por la lectura y el comentario!
Cuanta desolación, tan bien expresada.
Sí, Josep, quería ser una metáfora interior de lo que surge de esa desolación, la poesía cotidiana que suele ser la primera rueda de la creación poética -sublimación y superación a la vez. Gracias por tu lectura atenta y comprensiva, un abrazo!
Reblogueó esto en Cultureando en Barinas.
Compañeros de Barinas, muchas gracias desde acá por el reblogueo!