Calendario fm | al 2014
3 de diciembre | Giovanni Rota Rinaldi, «Nino Rota», 1911-1979
(c) foto de Humberto, mi hijo, compuesta y tomada con diez años
Para Félix, mi abuelo, que me enseñó que la vida podía ser un cuento
Yo me acuerdo del tacto de la nieve, y su sentencia de muerte sobre la piel agazapada en los pantalones cortos. De la bicicleta hecha tumbos sobre el pulso de las risas. De las vueltas del alma, o lo que fuese, volcada en las legumbres, savia de nuestro resistir de humanos con las horas contadas.
Yo me acuerdo de la realidad entrevista como un pavo real, como los que soñaba Luis Cernuda, con colores que eran días de verano o noches de un invierno blanco y sinuoso, derramándose en otro, y en otro, y en otro, hasta comparecer en la barba de ahora.
Yo me acuerdo de los acordeonistas, de su obsesión por las esquinas más tristes, de los barcos que encienden su luz por encima del lomo ruinoso de los océanos; de los cines bostezando, entre las avenidas, mientras la vida transcurre, interior y arropada, dulce y encadenada entre los segundos de un metraje.
Yo me acuerdo de la gasa que envuelve nuestra respiración, hasta volcarla olvido sobre todo, hasta dejarla húmeda y salitrosa como una orilla, hundida y recordada como una playa sin gente y sin mar.
Reparo en este páramo, apenas disfrazado de Leopardi, y me voy hallando, trunco, mortal, caduco… todo este sonsonete me trae a un tiempo la alegría y el tiempo arrebatado, la poesía y al mismo tiempo la pereza de ser que me va tarareando, con visos de susurro o sinfonía, Giovanni Rota Rinaldi, en una película que se llamó Amarcord. Y que hoy, en noches como esta, ricamente sembradas de queridos fantasmas, se llama tantas cosas… vestidas de abuelo y de verdad, de música acunando nuestra eterna, ya profunda, niñez.
Nota acaso sugerente: Nino Rota fue el compositor de todas estas maravillas, denominadas en el mundo «bandas sonoras» («colonna sonora» dice el italiano):
http://www.epdlp.com/compbso.php?id=675
Un texto entrañable dedicado al recuerdo, muchas gracias por compartirlo Félix. Y a ese abuelo tuyo que te enseñó algo tan hermoso. Y gracias por las músicas que has elegido que me acompañan mientras escribo.
Un saludo.
Escribirlo fue una manera de traerlo, una vez más, a mi lado, como si quedara sentado junto a mí, dispuesto para el cuento. Y de paso revisé esta escenografía de sus años, dejándome llevar por la música de Rota! Un abrazo, gracias por tu comentario y lectura.
Bello y bañado en los recuerdos siempre fecundos de la infancia… y Nino Rota poniendo música a esa película que nos acompañará de por vida.
Un cordial saludo.
La infancia es un país de donde nunca nos han echado. Nunca será más fácil y más querido un recuerdo que alguno -aunque sea al azar- de esa época (si la infancia fue afortunadamente feliz, y no desastrada por los acontecimientos). Y la música de Nino Rota es siempre un buen acompañamiento para este recuerdo: me resultó oportuna la entrada. Gracias por la lectura y el comentario!
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Nuestra eterna, ya profunda, niñez… Nadie lo puede poner en palabras como tú. don Felicius.
Perdona, pero sí:): yo de niñez bien que he aprendido en cierta Media Rueda (mediarueda.wordpress.com), que además me ha enseñado de paso muchas y buenas cosas de una tierra muy digna y feliz. Gracias por los comentarios, Ernán!
[…] Ya dedicamos al genial Nino Rota, el auténtico hombre orquesta de Fellini, una entrada del Calendario fm|al 2014, aquí. […]