Este blog | Los meses
Tras esta troquelación del un tiempo famoso y ya un tanto olvidado título de Osborne (sí, el dramaturgo) se esconde, más que nada, el pequeño plan del blog durante el año que ya fluye. Desde la cima minúscula de los dos años bien colmados del comienzo de fm | al, solo se adivina una ordenada y espero que sugerente anarquía, pese a la botonera que desde ya –mirad las dos hileras del margen superior– se ha convertido en la nube de estrellas de esta fingida noche.
Sigue ese vano intento –ya vociferado a media voz (si eso puede ser) en la entrada anterior– de rezumar algo de la esencia de unos cuantos creadores, sin más orden que el ímpetu de su recuerdo, en el Calendario fm|al , que esta vez propicia también el juego de ocultar lo mínimo y ofrecer acaso lo más personal (el nacimiento, los ojos, un nombre de pila) para que sea acertado antes de cada publicación.
Se perpetúa también una de las secciones más fecundas del blog, Mis relatos favoritos , que en esta singladura alternará autores más recientes (Quim Monzó, Javier Marías) con otros decimonónicos (Chesterton) o inusitados (Pushkin).
Se completa la Tierra de libros este año con parejas interesantes: dos libros de libros (Las mil y una noches y la Biblia), dos libros seminales de la realidad reubicada, reinterpretada al menos (Rayuela y El Aleph), y las colecciones de dos poetas alucinados (Blake, Rimbaud).
Espero sobre todo la reanudación de Baúl del aire con los nuevos contemas (la segunda serie) que empezarán a publicarse en cualquier momento, no muy tardío, del año.
El resto de secciones son, a mi pesar, más irregulares (Literatura y… , No se calle ), aunque se estrenó a finales de diciembre pasado la que irrumpe con novedad, Memorial de obras inacabadas –de la Incompleta de Schubert o la Décima de Mahler a la Sagrada Familia o El proceso de Kafka.
Queda la dosis de lo que transcurra entre todo ello (arte, cine, cómic) y el deseo expresado de su fluencia sin ira alguna, aprovechando, eso sí, todo el disfrute posible.