contema setenta y seis
Habita en los chorros del agua primeriza de palacio. Se amontona en los atauriques de las galerías. Deja pasar su mirada, enmohecida de aires sultanescos, por el quicio de los almohadones y las fuentes de fruta. Siente no asco, quizá un poco de pena por todo cuanto dilapida el lujo en esa estancia y prefiere el paseo de un pájaro en la alberca regia, los pasos limpios, de patas mojadas sobre azulejos dorados, esa forma única de huir frente a la tapia cenital del mármol.
Se diría que prepara párrafos dentro de sí misma, que es la propia lavandera de sus historias alambicadas con la muerte del excesivo y la recompensa del justo. Que duerme un breve sueño de poesía repujada, cincelada en su frente con el pincel mismo del miedo y el amor por la vida.
Pero calla. Guarda el sonido de cada palabra como alimentándose de la abubilla o el zorzal, se agazapa detrás de la celosía que va tejiendo con ellas, en la espera irredenta.
Migas. El viento las esparce entre los cojines y los vasos de té y ella las va siguiendo con la mirada, se diría que ahora el tul de los velos se deseca en plumas y el hilo de la chilaba se tamiza en el fino estambre de unas alas. Que esa mirada, cada vez más inquieta y negra, ya no distingue solo entre las sombras y el aluvión de los colores, sino que diferencia los momentos, las sucesiones, el transcurso y el fin.
Ahora se alza sobre su fino volumen, aletea y, mientras la sombra del sultán se cierne ciega y torpe por el vano que la conduce a su cuento, ella mira otra, una última vez por la ventana.
Y vuela.
© félix molina, del texto y de la fotografía, 2018
Nota: se trata del contema dieciséis de la tercera serie.
Reblogueó esto en luispablodetorrescabanillas.
Un abrazo, Luis Pablo, muchas gracias por rebloguearlo.
Eso es meterse en la piel de Sherezade 👍
Gracias, Julio. Pues sí, ese era uno de los ‘objetivos’ del contema. La empatía. Un abrazo.
😉
Bendita literatura que te permite mirar donde a cualquier hombre le hubieran cortado la cabeza solo por asomarse. Saludos.
Gracias, Santiago. Hay un maestro en eso, que seguro que conoces: el marido de Elizabeth Barrett, Robert Browning, que gustaba de poemas monologados donde se convertía en ese tipo de personajes que practican el espionaje del que tú hablas. El que le dedica al pintor Lippi es uno de los textos más bellos que se han escrito en lengua inglesa. Algún trocito (versionado) se posará alguna vez por este rincón oscuro. Un abrazo.
Tus textos son tan hermosos…!
Muchas gracias siempre por esa lectura tuya y tu comentario, Bárbara.
Gracias por regalarnos palabras como estas!
Y gracias, muchas, por el comentario. Siempre son bienvenidos. Animan.
Hermoso e inspirador. Gracias por compartirlo.
Gracias también por tu comentario, Sakura. Un saludo.
[…] a través de sherezade, mientras calla — félix molina […]
Gracias mil por el reblogueo!
Muy bello.
¡Gracias por la lectura y el comentario!
[…] a p. . Y con una de las próximas, inmediatas entradas concluye la tercera serie de los Contemas (ya iremos anunciando su publicación […]
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