Las flores del Calendario fm|al
Azul
Música y cloroformo. París multiplicaba el universo.
Qué eran sus calles sino el lugar exacto
de la vida y los otros. Podría ella decir con un poeta
«Toda luna es atroz, todo sol es amargo»
y callarse con otro, y ahogarse con él
en las aguas del Sena, como un solo reflejo.
La libertad andaba, y su fantasma,
ensombreciendo el pecho y los desnudos claros tras las puertas,
iba canturreando: «A la alegría por el dolor»
–era una libertad picada de viruela
que compuso sus himnos, sus sonatas
en papel alemán–.
Ahora la libertad emerge de las aguas
azules, bien cloradas, de la comunidad
y su murmullo suave se mece en nuestras almas
con la puta, el borracho, la querida o el feto,
con la música limpia de las cosas, del mundo.
Blanco
Ni amor, ni agrimensores, ni la peluquería,
no hay algo más foráneo que uno mismo
danzando sobre las horas de la vida,
buscándose para nunca alcanzarse,
para siempre llegar al escondite de la muerte
después de tanto vals y tanto trasiego
de la tierra.
(Esto lo dijo, zureando,
una paloma atenta
junto a los tribunales de París,
libre e igual a otras tantas palomas,
sobrevolando,
volando siempre
sobre todo
deseo,
sobre todo
abandono).
Rojo
Ese perro, Ginebra,
la omnisciencia:
todo se engarza,
como la voz al viento,
como la onda con el musgo
de tus palabras
al tiempo,
al oído del juez cansado
que ya solo
solo
quiere escuchar.
Así la chica del cartel,
de labios rojos como el alma,
se engarza a aquel muchacho
que la sueña,
como quedó prendado
en el aleph
el ojo húmedo de Borges
del candente desierto de la sombra
de Beatriz Viterbo
el mismo día aquel
en que cambiaron
un anuncio de tabaco
y todo fue vecino del olvido.
© félix molina, de los textos. Este encarte de la entrada de calendario que aparecerá sobre Kieslowsky procede de la sección “Cinemas” de Museo de bellas artes, pendiente de publicación. Las fotos son fotogramas de esta trilogía del director.
[…] a través de Tres colores […]
Gracias por el reblogueo, Luis Pablo!
Muy bueno
¡Muchas gracias, Pippo!
Me encanta la trilogía y tus poemas me han hecho desear volver a verlas.
Es curioso como una película puede ser un poema en sí misma.
Abrazos Félix.
Muchas gracias por la lectura y el comentario. En este caso sí, podemos hablar de un cine con voluntad poética. Pero en todo además: fotografía, música… Yo también entiendo así esta trilogía.
Qué maravilla de poemas Félix, mi enhorabuena. Y gracias.
Un abrazo.
Muchas gracias a ti, Isabel, por tus comentarios. Son poemas que se van acrisolando con los años (y los visionados de esta trilogía :-)…
[…] excepción con algunos, pocos, nombres felices. Félix Molina, Arte y Literatura, por ejemplo. Sus tres colores (azul, blanco, rojo) siguiendo el hilo de la trilogía de películas (1993‑94) de Krzysztof […]
El enigma es mayor, amigo Lebrato, porque yo no soy ese Félix poeta valenciano, cuyo conocimiento te agradezco. Un abrazo, y mi agradecimiento otra vez por tu Tendedero.
Trilogia que camina al planeta de los sueños, y lleva de la mano a los desvelados a mirar el cine.
Muchas gracias, Guillermo. Sí, la idea (como en otros ‘cinemas’) es invitar a eso: al vuelo por los fotogramas en la alfombra del verso…
[…] Tres colores […]
Excelente ❤
¡Muchísimas gracias!
Qué bien evocadas las tres películas!
Muchas gracias, Julio, por la lectura y el comentario. Me alegro de que los tres poemas te las evoquen. Un abrazo.
[…] Flor de Kieslowsky […]
[…] entradas o con entradas propias, se seguirán mostrando piezas de los poemarios en construcción (Museo de bellas artes y Un incierto sentido ), pertenecientes a p. . Y con una de las próximas, inmediatas entradas […]
[…] © Museo de bellas artes (por publicar). Se trata de otro poema de los incluidos en ‘Cinemas’, la sección fílmica de este particular museo, como los que ya se dedicaron por aquí a esta trilogía. […]
[…] del SEFF. Si el perspectivismo es una vieja prebenda del cine, con maestros como Kieslowski y su trilogía, la vuelta de tuerca de Mundruczó en esta película viene cogida de la mano de las víctimas del […]
[…] un hombre. Así sucedió con el guión de la poderosa Danton de Wajda (1982) o con el Azul de los Tres colores de Kieslowski. Media Polonia cinematográfica. Que la sombra no oculte al genio, a la genia […]