Calendario fm|al 2021

William Faulkner | novelista

Continúa la liquidación de deudas del Calendario (año de locos…). Y esta vez viene a aliviarme la última de las Cartas desde América, que se publica ahora para suplir la entrada dedicada a Faulkner. Estaba claro que poco más puede decirse del novelista. Así que mucho mejor, siempre, ficcionar...

El tipo hablaba desde debajo de su gorra de heladero, agarrado a la pieza de baquelita del teléfono. Los mosquitos zumbaban alrededor de su chorla, mientras intentaba concentrarse en escanciar una jarra de limonada, con la fruta amarilla navegando en el interior.

–Que sí, agente, le deletreo: Efe, a, u, ele, ka, ene, e, erre, William, eso es. No, no Falkner, Faulkner.

Junto al enjambre de mosquitos se dejaba oír el de la voz del agente al otro lado.

 –Que sí, que insiste en que esto es un condado con un nombre indio… No, no me haga pronunciarlo, por Dios. Me lo ha enseñado en un mapa y todo. Bueno, es un tío de apariencia corriente, mediana estatura, bigote, peinado con la raya a un lado. Conduce un Buick color café con leche. Creo que está fumando en pipa.

El tipo echó al lado la jarra y limpió el mostrador con un paño húmedo, sucísimo. No le quitaba el ojo al tío que estaba fumando en pipa, dentro del Buick, con el motor encendido. El hombre le saludaba a cada rato tras el cristal resplandeciente, sonrisa bajo el bigote ya gris.

–El tío me habla de Benjy y los Compson, de una tal Rosa Coldfield. Dice que tiene prisa. Que no puede faltar al funeral de una tal Emily. Agente, que se está bajando del Buick. Le cuelgo, que está entrando…

El tío de la pipa cuyo apellido es Faulkner y no Falkner pide lumbre y si puede hacer una llamada.

El tipo, azorado, le dice que sí, que sin problema, y se echa a un lado, entregado a sus pensamientos, llevándose tras de sí la nube de mosquitos.

Cómo le digo yo que esto es Lafayette, Misisipi.

[Sigue leyendo la nota al pie, aquí, en Masticadores Archipiélago

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