Una experiencia | cuatro series

En el principio fue el barro. En él se hundió el cálamo de la primera escritura y trazó las palabras que iniciaron el asombro o la desolación. A él volvemos con los contemas, porque son una experiencia orgánica, un modo como otro cualquiera de sorprender la prosa o la poesía (nunca se pondrán de acuerdo en un texto) que transcurre por uno, año a año.
La primera y la segunda segunda serie de contemas fueron libros impresos. Junto con la tercera (que apareció íntegramente publicada en fm|al desde el 24 de mayo de 2018, la llaga, hasta el 5 de febrero de 2020, la cifra) formarán otro libro impreso que se editará si todo se da bien este año, con un pequeño prolema (el prólogo de los contemas, claro) del gran Eliacer Cansino. Me parecía un gasto innecesario de celulosa (y por tanto de árboles, tan queridos por los contemas) el que –por pocos que puedan ser los ejemplares– se imprimiera una edición de la tercera serie por separado. El libro que reúna los primeros 90 contemas (series 1 a 3) será un ejemplar que ofrezca una idea cabal de esta experiencia, o eso creemos (Deculturas y yo). Pero agota de momento la experiencia impresa.
A partir de la cuarta serie, los contemas tendrán una existencia oculta, sumergida, como raíces esta vez, más que como ramas. De vez en cuando alguno de ellos (con su numeración y todo) emergerá a este rincón oscuro, pero se sucederán como una corriente interior de archivos de WordPress cuya aparición final será en forma de libro… de barro.

Un tomito como este de 5 x 3,5 cm. de arcilla polimérica (con un código QR tatuado por detrás, junto a su imán de neodimio, para pegarlos a cualquier superficie del escritorio, de las estanterías, de un frigorífico incluso…) contendrá la nueva serie. Con ello me uno al movimiento Barro Libre (https://barrolibre.wordpress.com), a medias entre la artesanía y la literatura y, aunque sea de paso –no me quiero colgar medalla alguna–, contribuyo mínimamente a aliviar el consumo de papel.
Los contemas de barro se distribuirán por librerías (como la querida Quilombo) tras el nacimiento del último de ellos (que puede ser a finales de año, aunque son bastante caprichosos con su transcurrir). Os iré manteniendo informados.
Nota polimérica:

La réplica de los libros de barro (añado otro ejemplo en la foto) son los Perros poetas, modelados por Ofelia. Tendréis más noticias de ellos en su blog (https://luzsobretodo.wordpress.com), en este rincón oscuro y su cuenta de Twitter asociada y en el Instagram de Barro Libre. Os esperamos con los brazos abiertos (y las manos manchadas de barro, claro).
