Otro poema | Un incierto sentido

Continúo la veta de Un incierto sentido con este poema-receta para momentos que requieren cierto desahogo, tal vez el que nos enseñaron los grandes maestros.
Pendiente de los juicios
–como la mañana de sus nubes–
de quienes odio o amo,
he picado la carne,
he pelados los ajos, la cebolla,
he cocinado a fuego lento
los tomates,
he llevado a su punto
la espesa bechamel,
he puesto las placas necesarias
en remojo,
he recordado a Larkin, a Berceo,
al querido Vallejo,
y he hecho esta lasaña y estos versos
con amor.
© félix molina, Un incierto sentido