El barón rampante | Italo Calvino

Paseo por aquí alguna entrada del serial que viene publicándose todos los miércoles en Masticadores.com, en esta ocasión con un poema dedicado al barón más arbóreo de la literatura.

Cósimo, barón que nunca
te has andado por las ramas,
amante y algo amado de Viola,
escudo en carne y hueso
(barón sobre árbol y cielo de azur),
caminante seguro entre los ásperos olivos.
Cómo supiste que las mejores copas
se sirven entre los rayos más escasos de la luna.
Cómo adivinaste que lo contrario de enterrarse
es huir, lozanamente huir sobre las cosas
y la gente, arrebatarse al sol entre tu propia
multitud: ser, por encima de todo.
Poca Italia tan limpia y tan cercana al Giotto
como esta tuya arbórea, tan celeste
y tan llena de sombra cotidiana,
comestible.
Pasaste por la historia y por el tiempo
como un pájaro libre, héroe
único de tu revolución.
Y luego, antes que la muerte,
fue de nuevo la huida,
el globo sobre Ombrosa,
volar, volar, volar,
no estar, conducirse
hasta el no ser de siempre.

© félix molina, La prosa en verso, 2024