contema ciento catorce

Eso tan sencillo de andar cómodo en un pantalón, después de haberse sentido apretado en otro, y nadar en la delicia hasta notarse nada, vacio flotando en algo que después es un vaso. Y ahora a esperar que lleguen bocas, nunca se sabe si a salvarte o a engullirte.  No te queda el recurso al diálogo, porque tu voz es inaudible, ahí, en ese océano doméstico.

Sabes que tu vida depende de la sed de alguien, pero solo de uno o de una, porque un vaso de agua que se ofrece entre otros solo a va ser escanciado en unos labios. Vives entonces de tu ilusión más que de la tragedia. No se te ocurre que alguien pueda beberte, como jamás se te ocurrió llegar al corazón de un vaso porque te hallabas a gusto en tus pantalones. Toda tu vida puede ser ahora alimentarte de las inapreciables partículas del agua, en la espera del ser sensible que te advierta y te salve.

Te das cuenta de que el tiempo también es ahora mínimo y mojado. Se compone de ondas que te llevan de una pared a otra del vaso, de las aproximaciones de los cuerpos sólidos a tu existencia líquida y secreta. No cabe reparar en otra aspiración que la sed ajena, que es como un dios para tus días, o para tus segundos.

Te acercan junto a otros vasos a un harén de sedientos. Observas los ojos como satélites girando en torno al planeta de tu pregunta. Vives pendiente del giro cósmico que te llevará a una lengua, y después a la mano que te rescate de entre las papilas o a la pendiente que te empuje al ciclo de la deglución.

Y eso tan normal de incomodarte, de luchar contra algo que te aprieta en los dominios del cinturón y decidir que solo, quizá solo un buche de agua pueda salvarte de morir ahogado.

© félix molina, Contemas, cuarta serie

Recomiendo las aclaraciones de esta entrada. Los contemas, cuya última publicación continuada fue la cifra (contema número ochenta y nueve), siguen una vida de versoprosa subterránea, pero emergerán a este rincón oscuro cada cierto tiempo, siguiendo las olas del azar o del capricho, con el número de serie que les corresponda. Al final de esta nueva cuarta serie, aparecerán publicados en un libro de barro.

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